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Indicadores tempranos del Trastorno del Espectro Autista y el rol de maestros y psicólogos en su identificación.

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  • 30 ene
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 31 ene



El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo caracterizada por dificultades en la comunicación social y la presencia de patrones de comportamiento repetitivos y restringidos. La identificación temprana es clave para mejorar los resultados en la intervención y en el desarrollo del niño. Este artículo explora los principales indicadores tempranos del TEA, basados en la evidencia científica, y cómo maestros y psicólogos pueden colaborar con los padres para detectar señales de alerta en edades tempranas. Se revisan estrategias para la identificación y abordaje de los síntomas iniciales dentro del entorno educativo y familiar, resaltando la importancia de un trabajo interdisciplinario.

Palabras clave


Trastorno del Espectro Autista, detección temprana, maestros, psicólogos, intervención temprana, neurodesarrollo.


1. Introducción


El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo caracterizada por déficits en la comunicación social y la presencia de comportamientos restrictivos y repetitivos (American Psychology Association [APA], 2013). Su diagnóstico temprano es esencial, ya que las intervenciones en los primeros años de vida pueden mejorar significativamente las habilidades sociales y cognitivas del niño (Zwaigenbaum et al., 2015).

El reconocimiento de indicadores tempranos del TEA es una tarea multidisciplinaria en la que los padres, maestros y psicólogos desempeñan un papel clave. Sin embargo, muchas veces los primeros signos son sutiles y pueden pasar desapercibidos en entornos educativos. Por ello, la capacitación y sensibilización del personal educativo y psicológico es crucial para facilitar la detección y el abordaje adecuado.


2. Indicadores tempranos del TEA


Los síntomas del TEA pueden presentarse desde los primeros meses de vida, pero suelen ser más evidentes entre los 12 y 24 meses de edad. Algunos de los principales indicadores tempranos incluyen:


2.1. Alteraciones en la comunicación social


  • Falta de contacto visual (Dawson et al., 2004).

  • Escasa respuesta al llamado por su nombre a los 12 meses (Ozonoff et al., 2010).

  • Ausencia de sonrisa social o respuestas emocionales reducidas (Zwaigenbaum et al., 2015).

  • Dificultad para imitar gestos o sonidos (Landa et al., 2007).


2.2. Conductas repetitivas y restringidas


  • Movimientos estereotipados como aleteo de manos o balanceo corporal (Baranek, 1999).

  • Fijación en objetos o partes específicas de estos (Ozonoff et al., 2008).

  • Resistencia al cambio y angustia ante alteraciones en la rutina (Lord et al., 2018).


2.3. Desarrollo del lenguaje atípico


  • Retraso en la aparición del balbuceo o del lenguaje verbal (Mitchell et al., 2006).

  • Uso de ecolalia o repetición de frases sin sentido aparente (Kanner, 1943).

  • Dificultad para mantener turnos en la comunicación (Tager-Flusberg, 2016).


3. El papel de los maestros en la identificación del TEA


Los maestros pueden desempeñar un rol fundamental en la detección de signos de TEA al observar el comportamiento de los niños en el aula. Algunas estrategias que pueden implementar incluyen:


  • Observación sistemática: Llevar registros de patrones de comportamiento inusuales, como la falta de interacción con compañeros o dificultades en la comunicación.


  • Uso de listas de verificación: Herramientas estandarizadas como el M-CHAT-R/F (Robins et al., 2014) pueden ser útiles para detectar señales de alerta.


  • Comunicación con los padres: Proporcionar información objetiva y compartir observaciones sin emitir juicios diagnósticos.


  • Adaptación del entorno: Implementar estrategias de enseñanza estructurada y soportes visuales que favorezcan la comprensión del niño con TEA (Hume et al., 2011).


4. El rol del psicólogo en el acompañamiento de padres y docentes.


El psicólogo juega un papel clave en la orientación de los padres y en la formación de los docentes. Sus principales funciones incluyen:


  • Evaluación temprana: Aplicación de herramientas como la ADOS-2 (Lord et al., 2012) para evaluar signos de TEA.


  • Intervención psicoeducativa: Asesoramiento a maestros y familias sobre estrategias de apoyo y manejo del comportamiento.


  • Acompañamiento emocional: Brindar apoyo a los padres para reducir la ansiedad y facilitar la aceptación del diagnóstico.


  • Derivación a especialistas: En caso de sospecha de TEA, guiar a la familia hacia neurólogos o terapeutas especializados en el área.


La detección temprana del TEA es esencial para mejorar el pronóstico del niño y permitir una intervención efectiva. Los maestros y psicólogos tienen un rol crucial en la identificación de indicadores tempranos, ya que están en contacto frecuente con los niños y pueden notar señales de alerta que los padres pueden pasar por alto. La formación de estos profesionales y la comunicación con los padres son estrategias clave para lograr un diagnóstico e intervención oportunos.


Referencias


American Psychology Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Washington, DC: American Psychiatric Publishing.


Baranek, G. T. (1999). Autism during infancy: A retrospective video analysis of sensory-motor and social behaviors at 9–12 months of age. Journal of Autism and Developmental Disorders, 29(3), 213-224.


Dawson, G., Toth, K., Abbott, R., Osterling, J., Munson, J., Estes, A., & Liaw, J. (2004). Early social attention impairments in autism: Social orienting, joint attention, and attention to distress. Developmental Psychology, 40(2), 271.

Hume, K., Loftin, R., & Lantz, J. (2011).


Increasing independence in autism spectrum disorders: A review of three focused interventions. Journal of Autism and Developmental Disorders, 39(9), 1329-1338.


Kanner, L. (1943). Autistic disturbances of affective contact. Nervous Child, 2, 217–250.

Landa, R., Holman, K. C., & Garrett-Mayer, E. (2007). Social and communication development in toddlers with early and later diagnosis of autism spectrum disorders.


Archives of General Psychiatry, 64(7), 853-864.

Lord, C., Risi, S., Lambrecht, L., Cook, E. H., Leventhal, B. L., DiLavore, P. C., … & Rutter, M. (2012). The Autism Diagnostic Observation Schedule—Second Edition (ADOS-2). Western Psychological Services.


Mitchell, S., Brian, J., Zwaigenbaum, L., Roberts, W., Szatmari, P., Smith, I., & Bryson, S. (2006). Early language and communication development of infants later diagnosed with autism spectrum disorder. Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics, 27(2), S69-S78.


Ozonoff, S., Iosif, A. M., Baguio, F., Cook, I. C., Hill, M. M., Hutman, T., … & Young, G. S. (2010). A prospective study of the emergence of early behavioral signs of autism. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, 49(3), 256-266.


Robins, D. L., Fein, D., Barton, M. L., & Green, J. A. (2014). Modified Checklist for Autism in Toddlers, Revised, with Follow-Up (M-CHAT-R/F).


Zwaigenbaum, L., Bryson, S., & Garon, N. (2015). Early identification of autism spectrum disorders. Behavioral Neuroscience, 29(6), 445-468.

 
 
 

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